Ella es eso, ese algo, que con solo mirarme me desmoronaba mi mundo.
Vestía jeans descaderados, junto a sus convers blancos, y llevaba en su maletín, ese hermoso buso con que la conocí, tela americana, dulce mirada, ella sabía como robarme el alma. Caminaba segura y decidida, pero había algo que la mataba, algo que la asesinaba en su dulce mirada; temperamento fuerte, sonrisa real, deseaba conocerla más y más. Su hermoso cabello, a veces desgruñido, a veces liso; ella tenía ese poder para enamorar a los chicos. Piel acaramelada, no sabía si era su piel bronceada la que me fascinaba, y no sabía si era para mi. Y siempre llevaba su gorra, que con buen estilo la portaba, y esas gafas que camuflaban su mirada, esa mirada. Y te he observado tanto, que no sé si bien te he detallado, solo sé, que me enamoraste en enero, que en febrero no dejaba de mirarte, que en marzo te acercaste, que en agosto me confesé, y que pasare esta navidad quizá junto a ti, quizá no.
Te quiero, quizá sea obsesión, o quizá sea amor, quizá no.
-Para la chica de ojos miel.
-Linda Luna
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