lunes, 22 de junio de 2015

Estoy muerto por ti, Beatríz.

Estoy enamorado de una chica mala; ella me mira con sus ojos de dolor.
Ella da ese amor, tan maquiavélico y placentero. Ella es tan mala, sus labios llevan veneno.
Utiliza mayas veladas, unos cortos shorts y lleva puesta mi camisa, le queda tan grande y tan bien.
Fuma cigarrillos Marboro y bebe ron mientras grita mi nombre. Ella escupe fuego.
Es tan sucia y maquiavélica, que lo único que nos conecta es el sexo, el dolor y el placer.
Dispara, sin piedad, me parte el corazón; Debo admitir que me encantar el dolor.
Pone sus canciones favoritas a todo volumen mientras me besa y me mira perdidamente.
Sale por las noches, corriendo a través del viento, nunca para, nadie la detiene.
Me toma de la mano y me lleva a volar en el éxtasis de su placer y martirio.
Ella repite una y otra vez, "Cariño, estoy loca por ti; rompe mi corazón en dos"
Rosa negra, hermosa y perfecta; ella siempre sale de negro para camuflarse en la oscuridad.
Ríe sin parar, ella entiende la razón de la felicidad, y mis palabras son tonterías, mi poesía, una mierda más. Debo aceptar, que su amor es tóxico y que nadie lo puede resistir.
Repito esa canción una y otra vez, mientras ella me baila sensualmente, desatando cada prenda hacia mí... Debo aceptar que estoy loco por ella, y que tengo roto mi corazón, pero...
De algo debemos morir, y debo admitir que me encantaría dormir eternamente en sus brazos cálidos llenos de dolor.
Ella es una rosa en un campo minado que sólo trata de sobrevivir.

-Linda Luna

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