domingo, 1 de noviembre de 2015

El último vuelo

Añorar, extrañar, era imposible olvidar
Mantenerse en el limbo del "estoy bien"
Y sobrevivir al infierno que hemos creado. 

Era ya un buen tiempo, y en aquella noche, cómo siempre, volvían los más añorados recuerdos, llenos de dolor, pasión y amor, que no eran nada más que lo mismo. En un sólo sentimiento fluían miles más, con el pasado y la historia del presente olvidado. Aquel día tomó un vuelo para jamás volver, no regresar, escapar de la realidad, y volar, tan sólo volar, volar del mundo que lo atormentaba, intentando escapar. Y cómo siempre las noches eran tormentosas, precisas y exactas, el dolor y la poesía fluyen en las horas oscuras, cuando el vacío invade tu pecho hasta el punto de ahogarte y estallar en miles de lágrimas, cada una desparramadas cayendo al asfalto, cayendo de inmediato.  Es imposible regresar al pasado que siempre te va a atormentar, es imposible volver al ayer, pero es imposible olvidar cada pedazo de el, totalmente imposible.
Aquella noche comprendí, que cada pedazo de mi ser era pasado, constituido y formado por cada parte de mis recuerdos, todos ya muertos. Y entonces aquella noche comprendí que morí.

Muerto en vida
Sin salida
O alternativa...

Mi último deseo era volver, pero encontré, que, volver, volver era torturar el alma, espíritu y cuerpo, y volví a comprender que la muerte no te salva del dolor, siempre vendrá algo peor. 

- Linda Luna 

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