lunes, 8 de agosto de 2016

Poesía a una desconocida

Misterios guardaban su boca cerrada y su recóndita mirada.
Tenía el don de volar, de navegar...
Tenía el don de causarme esa sensación, esa, que acelera mi corazón.

Libre, como el viento.
Vuela, por los cielos.
Sonríe y calla, triste para ellos.

Ángeles que caen como hojas, desean besar su boca.
Dulce y misteriosa, fuerte y loca.
Tenía la capacidad de hacerme olvidar que entre los dos existía alguien más.

¿Acaso no sabés, mujer?
Vuelas, entre el van y ven.
¿Acaso no sabés, mujer?
Que te quiero querer
¿Acaso no sabés, mujer?
En tus ojos me puedo perder.

Ella sonríe, fuerte y corto, está loca.
Loco, por besarle y cerrarle su boca.
Está loca, preciosa, hermosa.

No sé nada de ti, no sabes nada de mí.
Somos dos locos desconocidos que se han conocido.
En una noche fría, te logré hacer mía, sólo en esta poesía.

Estás tan cerca de mí y yo tan lejos de ti...
Entonces dime, mujer, ¿Qué castigo debe pagar un mortal para poderte amar y decirte con firmeza, que me encantas con certeza?

Tan sólo soy un desconocido al que has conocido, en una noche fría, mi corazón late mientras te escribe esta poesía.

- Linda Luna

viernes, 4 de marzo de 2016

1412

1412...


Números encrucijados como acertijos de un misterioso destino; decisiones sobre otras marchitándose en la aurora. Un deambulante cuerpo que no logro ver, sentir, ni besar; una imagen borrosa que se va, que se oculta y no vuelve más. Sombras pasadizas entre tu vida y la mía, gritos que retumban nuestros cuerpos en forma de eco.
Mujer afrodisíaca, mujer que envenena mi alma, que la destroza y la acaba; tienes el arma. Suavizante, dulce piel acaramelada, ¿de qué sabor son tus besos del alma?

1412/ Dos cuerpos sin voces

No se sienten, ni se aman, no se incendian, ni se apagan; un cuerpo celeste en llamas, y las dulces pasiones que en nuestras mentes aguardan.

Mujer que tanto aguarda, ¿A quién esperas en tu cama?

Tantas decisiones rotundas, que con el tiempo nos retumban. Nos frustran, y nos atacan, las ideas del mañana. Las promesas que ya fueron, y viajaron en el cielo.

Amor mío, nos hemos ido, lejos de este lugar sombrío, ¿Por qué tenés frío? Sal de ese paraíso, mentiroso y fulminoso; y ven a nuestro infierno, que este cuerpo por vos arde muy dentro.

Si no vienes, ¿Quién se quemará conmigo, amor mío?


1412/ Llegó la noche


Ha caído el sol rojo, y ardiente; y ha llegado la luna que apacigua, tu vida y la mía. La lejanía de nuestros cuerpos, que se acercan por el deseo.

Si no vienes, iré. Y si vienes, aquí me quedaré.

Vienes o te vas, y no me dejas de torturar.

Para de una vez, o yo iré por tu piel.


Recorreré tu cuerpo, muy dentro, dentro de tus ojos hasta tu infierno, y tu cuerpo con mi cuerpo será uno solo, que la noche de los lobos ha caído ante nosotros. Y seremos por siempre un eclipse universal, y nuestro amor y deseo jamás se detendrá.


Como la luna y el sol, al hacer el amor, seremos uno solo, mi amor.



- Linda Luna